miércoles, 8 de mayo de 2013

成语 / Chengyu

A veces me cuesta horrores empezar un post, porque hay tantas cosas interesantes que leo, oigo y veo acerca de este país tan maravilloso, y cuando llega la hora de escribir me pierdo irremediablemente. Como continuación de mi anterior post y de la capacidad ¿innata? que tienen los Chinos de regalarnos frases hechas ante cada acontecimiento de nuestras vidas, les voy a contar un poco sobre los chéngyǔ (成语):
Son frases hechas que generalmente se componen de 4 palabras o caracteres. Para los más despistados, ahora sabrán que en China no existe tal cosa como el alfabeto, y cada "dibujito" representa una palabra. Esto hace que un niño chino tiene que aprenderse a leer y escribir al menos tres mil caracteres para poder entender lo que dice un diario. Nada fácil.
Ahora... ¿como se las arreglan para decir en cuatro simples palabras conceptos filosóficos y que a veces hasta esconden leyendas e historias? La respuesta radica en que muchos de ellos han formado parte de la Literatura Antigua, bastante más acotada en cuanto a cantidad de caracteres que la actual, y pese a que son bastante concretos, pueden llegar a tener más de una interpretación.
He aquí algunos ejemplos:

  • 一日三秋 (literalmente: "Un día, tres otoños") = Extrañar tanto a alguien que un día pueda parecernos tan largo como 3 años.
  • 一心一意 (literalmente: "Un corazón, un sentido") = Poner todo el corazón y toda la atención en algo.
  • 因人而异 (literalmente: "porque / persona / entonces / diferente") = Cada persona es un mundo ó depende de cada uno.
  • 千方百计  (literalmente: "mil metodos, cien planes" = Pensar o emplear lo inimaginable para conseguir una meta.
  •  如鱼得水 tiene el mismo significado que en su forma literal, y es tan sencillo como "Sentirse como pez en el agua"
  • 逆流而上 (literalmente: "contra la corriente") = lo usan para describir a alguien inconforme y que no tiene miedo de probar otras cosas.
  • 口若悬河 (literalmente: "boca como una cascada") = se usa a menudo para describir a una persona locuaz, que tiende al palabrerío, una connotación algo negativa.

天大的好消息 = buenas noticias

Chusmeando un poco la página de el CSC (Consejo de Becas de China), me encontré con la buena nueva de que mi formulario de solicitud cruzó el charco en tiempo y en forma y en este momento está siendo revisado. Un pasito menos, digamos. Quien haya tramitado alguna vez una beca (sea para estudiar aquí o en Finlandia), sabrá que es toda una odisea que conlleva papeles, traducciones, legalizaciones, estudios médicos, algunos que otros llamados teléfonicos, mails, visas, pasaportes y más papeles. 
Para los ansiosos como quien está escribiendo en este preciso instante es un arma de doble filo, lo cual me trae a colación una frase que me dijo mi profesora hace exactamente un mes cuando había más contratiempos que cuestiones favorables: 
好事多磨 (Hǎo shì duō mó) ó en criollo: "El camino a la felicidad está plagado de reveses".  Nunca tan ajustado a la realidad. Es sorprendente como, pese a que estamos acostumbrados a saber de memoria y casi inconscientemente refranes de todo tipo y color, los chinos sacan de la galera frases cortas, pero con un contenido muy profundo. Uno las oye, les resultan lindas al oído, pero al tiempo uno se dá cuenta que aún siguen resonando en la cabeza, y que como muchas veces lo simple es hermoso. 



viernes, 3 de mayo de 2013

Nombres de parentesco en Chino

si estudiar Chino parece complicado para el común denominador de la gente (créanme, no sólo parece, sino que lo es) ni se imaginan lo difícil que es aprenderse los nombres de la parentela. Suerte que en mi familia somos pocos, eso implica compartir el postre con menos personas en la mesa, mayor distribución de jugosas herencias (?) y por supuesto, evitarme todo este choclo idiomático. Así que cuando tenga que referirme a algún familiar, sin duda haré uso de 戚(qīn qī) ó pariente en su forma genérica. ¿Preparados para el mareo?




¿Cambio de Óptica?

Estuve fuera del circuito bloggistico un par de días a falta de ojos. Si, literalmente. 
Padecí una úlcera de córnea (cosa dolorosa, si las hay), producto de un rasguñón del hijo de 9 meses de uno de mis mejores amigos. Como tengo problemas en la visión, uso las gafas más tiempo del que quisiera, pero mi pequeño amigo Teo se las arregló para sacármelas y darme el zarpazo. Ya le dije que tiene que sentirse orgulloso de tener su primer "caído en combate", nada más ni nada menos 28 años más grande que él. Todo un David y Goliat del Siglo XXI.
Pese a que tengo una gran debilidad por los niños, un poco aparejada por presenciar la crianza de mis dos hermanos menores (Rocío de 21 y Nacho de 18), tomé esta cuestión como una causalidad: "Agustín, todavía no estás preparado para tener hijos". Mientras tanto, seguiré tomando prestados los de amigos y familiares para saciar así el instinto paternal que, creo, está surgiendo con los años.
El jueves de la semana pasada salió una nota vinculada a mi beca en el Diario La Capital, uno de los más importantes de mi ciudad. A pesar de no haber salido agraciado en la foto, la comparto.



Joven marplatense viaja a China becado.

En Agosto, el joven Agustín García emprende una experiencia única porque resulto beneficiario de una beca para ir a China que le permitirá vivir 365 días únicos. Durante por lo menos un año, García estará viviendo en Tianjin, donde estudiará el idioma y pretende establecer mayores contactos que le posibiliten extender su estadía.
"Me acerqué al idioma desde chico, nací en 1984 así que las cosas que llegaban de Oriente siempre me atrajeron. Cuando comencé tenía expectativas que fueron creciendo y casi se convirtió en vicio para mí no sólo el idioma, sino también conocer la cultura, costumbres, etc", explicó Agustín a LA CAPITAL.
Entonces comentó que su llegada a la beca se dio en el marco del curso que desde 2011 hace en el Laboratorio de Idiomas de la Universidad Nacional de Mar del Plata. "Mi profesora, Ma Hui Wen, es la artífice de todo", dijo y acotó que desde hace unos 7 años rige un convenio con la Embajada China en Argentina que brinda la beca.
"Mi profesora hace 15 años está en el país y ella establece el contacto con la Embajada", comentó.
El beneficio cubre la estadía de García en Tianjin, pero no el pasaje. "Por suerte hay posibilidad de elegir el destino dentro del país, así que yo opté por esta ciudad y por el hermanamiento que tiene con Mar del Plata", explicó. Según dijo, desde 2001 ambas ciudades están unidas, así que la intención del joven es poder también establecer allí contactos.
Con muchas ganas de conocer la Cultura China, su gente y establecer contactos se lo ve a Agustín García, un joven que está por vivir una experiencia única que espera tenga sus buenos frutos.

sábado, 27 de abril de 2013

Destruyendo átomos y prejuicios...

"¡Triste época la nuestra! Es más fácil destruir un átomo que un prejuicio", supo decir alguna vez Albert Einstein, un adelantado no solamente en la física sino en la forma de ver el mundo.
En nuestra condición de país relativamente joven (sobre todo si los comparamos con los más de 5000 de una histórica pero vigorosa China), podemos hacer perfectamente una analogía con un muchachito adolescente: aún no encontramos nuestra identidad, intercalamos rigor con blandura, le echamos la culpa a los demás por algunos errores cometidos, intentamos resolver problemas a último momento cuando todo se desmorona, en fín, nos falta "un golpe de horno", una maduración REAL como sociedad.
¿A que viene la autocrítica? No soy amigo de las generalidades, pero hay algo que siempre me resultado paradójico y ha llamado poderosamente mi atención, y es que pese a siempre autodenominarnos como "país crisol de razas" (aunque huela más a mito que a realidad, y el concepto raza esté hoy en desuso), nos cuesta mucho aceptar lo diferente. 
Hemos utilizado los motes más rídiculos para denominar a nuestras primeras corrientes inmigrantes: tano, gallego (a cualquier español, sin importar su vecindad), gringo, franchute, turco (pese a que los árabes no se parecen ni por asomo), negro, ruso (a la colectividad judía), primero con un tinte despectivo, hasta casi absorberlos como parte del lenguaje. 
Peor suerte corrieron los que fueron llegando después, hermanos de países limítrofes que fueron adoptando apodos mucho menos felices, y que no vale la pena que los reproduzca, porque desgraciadamente aún siguen en vigencia.
La última, y no por ello menos importante, corriente inmigratoria tiene como protagonistas a mis amigos: la diáspora China. Hoy por hoy, la cuarta colectividad en número en nuestro país.
Se dice mucho y se sabe poco de ellos, el desconocimiento nos ha llevado a inventar las historias más desopilantes sobre su origen, sus costumbres y forma de vida. Algunos prejuicios son tan hirientes que me han provocado entrar en más de una discusión. Quienes los conocemos más de cerca, podemos asegurar que nunca dejamos de sorprendernos de sus cualidades.
Si a esto le sumamos nuestra incapacidad de distinguir entre aquellos que tengan ojos rasgados, e independientemente de su origen (sea japonés, coreano, mongol) se les diga Chinos, agregamos un obstáculo más a nuestra capacidad de entenderlos.
Suerte que muchos de ellos cruzaron el charco y se han transformado, entre otras cosas, en nuestros almaceneros, que sin quererlo, saben más de nosotros que nadie: nuestros horarios de trabajo, qué y cuanto comemos, si estamos o no de humor. Y a fuerza de muchos "Hola, amigo/a" y "Muchas Glacias" se van ganando nuestro corazón. Sin olvidarnos claro, de profesores de idioma y artes marciales, médicos, dueños de restaurantes, empresarios, y la lista sigue...
Es por eso que siguiendo a Albert, e intentando destruir más prejuicios, les comparto un video bastante simpático hecho por un productor chino que muestra en 10 minutos (si es que esto fuese posible) una pequeña idea de que se trata este gigante llamado China. 
A pesar de estar desactualizado (ahora estamos en el Año de la Serpiente), dá datos y opiniones muy interesantes, algunos de los cuales, debo decir, no estoy totalmente de acuerdo, pero que por algo han sido recalcados en forma de autocrítica por un productor de esa nacionalidad. Que lo disfruten!.



viernes, 26 de abril de 2013

Una ¿breve? introducción...

Me gustaría saber como arrancar, todo este asunto de bloggear, confieso, me llega algo tarde, ni más ni menos que 17 años de la primera vez que alguien abrió un blog y desvirgara la Web. 
"Mejor tarde que nunca", dicen. Así que, contando los pasos y arrancando con el pie derecho:

Mi nombre es Agustín García, casi treintañero, nacido y críado en Mar del Plata, Argentina (una de las ciudades más lindas que he conocido jamás), un experimento, algo así como un cocktail genético de diferentes nacionalidades (galegos, rumanos y hasta algún alemán tienen huellas en mi ADN). 

Soy Sommelier y Chef Internacional, lo cual en otras palabras es un título que se les otorga a los borrachos consuetudinarios y a quienes nos gusta comer casi más que cualquier otra cosa. Mi Curriculum Vitae tambien acusa una pequeña aventura por la Universidad, que dejó como saldo un pichón de Psicólogo frustrado (por suerte).

Ahora... ¿de donde viene todo esto de Argenchino? Carezco, entre otras cosas, de humor, así que recurrí al facilismo del juego de palabras entre mi nacionalidad y de otra que estoy adoptando con el corazón para ponerle el título al blog.

Todo lo que provenga de Oriente siempre fue factor de curiosidad para mí. Al nacer en mediados de los 80s, con el Muro de Berlín aún erigido, y un mundo polarizado, todo lo que viniera de aquellas latitudes me resultaba desconocido e increiblemente interesante. 

Incontables tardes de devorarme los tomos de la Enciclopedia "Lo Sé Todo", leyendo los viajes de Marco Polo, las historias de Gengis Khan y otros Emperadores, imaginandome como sería estar en la Muralla China, no hicieron más que aumentar mi interés.

Como siempre, tardé, y en el 2011, pude conjugar mi aficción por los idiomas y comencé a estudiar Chino Mandarín en el Laboratorio de Idiomas de la Universidad de Mar del Plata. 

A partir del día en que mi profesora 马惠文 (quien ilustra la foto al final de la página, y a la cual considero más amiga que profesora) nos enseñó a decir "Nǐ hǎo", un simple hola, sentí la extraña sensación de que el cerebro me había hecho un click, que ya no había vuelta atrás. Se había transformado en un vicio.

Premonitorio, porque fueron 2 años y un poco más de renegar con pronunciaciones, caracteres, de chatear horas con chinos y chinas intentando comunicarme de las formas más graciosas, pasando por tensos examenes de validación Internacional hasta llegar a participar en un concurso, dando un discurso en un idioma que practicamente no manejaba (y sigo sin hacerlo) frente a decenas de desconocidos en la UBA, y una vergonzosa (y por suerte no documentada) performance artística en la cual canté una canción de un teenage show Chino muy a la Cris Morena style.

Hoy, me encuentro en la recta final de los trámites para una Beca de Estudios que proporciona la Embajada de China en Argentina, algo así como un sueño hecho realidad. Si todo sale como lo esperado, los últimos días de Agosto estaría viajando a Tianjin, una de las cuatro ciudades autónomas de China y justamente hermanada con mi ciudad natal, a estudiar a una de las Universidades que me envíaron su admisión, llamada Nankai University.

Así que esta, con suerte, va a ser una de mis formas de compartirles mis experiencias del otro lado del Mundo.

Con mi profesora 马惠文, o mejor conocida como Macarena,  en el 汉语桥 (Puente Idioma Chino) - Edición 2012.


Admisión de Nankai University, el día que me llegó a mi casilla de correo lloré como un marrano.
Mi último 汉语水平考试 (o examen de nivel chino) - 199/200, a un pelito del puntaje más alto.