Estos dos
días que pasé en China de seguro fueron de los más intensos que viví en los
últimos tiempos, debo reconocer que tampoco mi vida es lo más emocionante que
hay, pero lo normal: un chico con familia, novia, amigos que no hace grandes
locuras. Estoy intentando procesar todo lo que me pasó porque todavía no caigo
de nada de lo que pasó desde la salida de Mar del Plata y seguramente cualquier
cosa que ponga no va a darles ni un 1% de impresión lo que pasó.
Robandole a
Andrea Collados (autora de esta interesante visión plasmada en blog: http://andreacollados.wordpress.com) puedo aseverar que China te mete en una “montaña
rusa emocional”. Nunca leí nada más cierto: las primeras horas fueron una
mezcla de curiosidad, miedo, esa sensación de ¿Dónde coños me metí?, felicidad,
emoción, shock, euforía.
Pero…todo
comienza en Mar del Plata. Sinceramente pensé que la despedida iba a ser mucho
más dura. Puede ser también que fui procesando todo este asunto hace casi un
año, y con tanta ansiedad yo prefería que todo se hiciera rápido de una vez
(igualito a cuando vemos como las mujeres se depilan, rápido para que no
duela). Confieso que se me escaparon algunas lagrimitas cuando la fui a despedir a mi
ahijada, sucede que aparte de tener un magnetismo para mí, su visión de las
cosas no era ni fatalista ni mucho menos, era simplemente contarme que iba a
extrañarme, y que seguramente no dimensionaba cuan lejos estaba China (yo
tampoco) pero que no íbamos a poder vernos tan seguido.
Cuando
llegué al Tienda León, me sorprendí que me fueran a despedir tantos, pensé que
iba a ser bastante más íntimo (era un horario horrible a las 12.30 de la
noche). Mis suegros me regalaron unos chocolates, recibí indicaciones de todo
tipo de mis queridos papás, mis hermanos vivieron la despedida de formas
diferentes (bien acordes a sus personalidades), mi cuñado, un gran amigo, mi
tío y no sé si estoy olvidándome de alguien más. Sé que se sobreentiende que habiendo suegros, estaba mi novia, pero en el primer conteo me la olvidé. La negación es más fuerte que uno. Lo bueno es que todo iba a
joder menos porque nadie iba a ver partir el avión, simplemente era un bus que
iba a Buenos Aires y ya. A la hora de subirme y a la inminencia de no ver a mi
gente, tuve que mirar a otro lado mientras algunos moqueaban, pero me remonté a
cuando era chico, cuando pensaba que si uno estaba feliz no había razón para
llorar.
Ya estoy
acostumbrado a no poder dormir en los viajes, y en este no iba a ser la
excepción, entre las posibles incomodidades técnicas y mi ansiedad acumulada
era una cantada. PD: Mamá como te envidio que puedas dormirte en cualquier lado
y momento. Justo cuando me decidí a relajarme y dormir, el micro se decide a
parar en Minotauro (un spot clave para quienes viajan de Mar del Plata a Buenos
Aires). Agreguemoslé que la temperatura del micro oscilaba entre la Isla
Margarita y Ushuaia más o menos. Seguramente probé más posiciones para dormir que las que
tiene el Kamasutra.
Llegando percibí una pequeña impresión de lo que me iba a pasar, el micro entro por
Puerto Madero y entre tanto edificio uno sobresalía por demás. ¿Cuál era? ICBC
(Industrial Bank of China) y ahí me acordé que los chinos no pueden hacer nada
chiquito, sin fastuosidad. Para quienes no me crean, googleen los Guerreros de
Terracota en Xi’An o la mismísima muralla.
En Ezeiza,
entre el check in, migraciones, pre embarque se me fueron las 6 horas de
espera. Una buena! Me comí la última empanada con un poco de nostalgia, inflé
el pecho y me subí al vuelo de British. Hacía como 5 años que no volaba, y
había leído un poco sobre las nuevas tecnologías y todo, pero esta vez lo único
diferente que me encontré fue una pequeña pantallita de TV con videos y música
para que te diviertas. Los asientos son los mismos (al menos en Economy Class)
y brillan por su ausencia los cargadores USB que muchos tienen (ayuda para los
bobos que usamos teléfonos con baterías que se terminan en un santiamén, y mis
loas para los que siguen usando los que duran semanas). Por suerte no hubo que
utilizar las famosas bolsitas antivomito, me tocó al lado de una señora muy
amable con la cual hablamos de la típica conversación de señora grande-chico
joven sobre cuan perdida estaba la juventud y todo eso. ¿La Buena? Teníamos un
asiento en el medio sin ocupar asi que podíamos usar para poner las cosas y
estirarnos más. ¿La mala? Agarré del lado de la ventana, así que cada vez que
fui al baño (que fueron incontables) tuve que molestar a mi compañera de viaje.
A mitad de viaje a la señora la invitan
a First Class con el marido, así que me despierta de la siesta que venía haciéndome
para evitar el Jetlag y no parecer que venía de copas, para que no me
preocupara de su ausencia (realmente ahora en frío, pienso que no iba a
asustarme mucho, cuan lejos se puede ir de un avión a 10000 metros de altura?).
Para recomponerse se cruzó medio avión para desearme una linda estadía en
China, decirme que pase lo que pase había decidido bien y me lleno la mano de
golosinas de Primera Clase.
Así que
solo, dispuesto a matar el tiempo, me miré una película en Chino para intentar
adentrarme un poco más y alguna que otra pochoclera que ya me olvidé. Me
escuché un CD de Foals que estaba bastante acorde al vuelo. Tomé un vinito sudafricano y no le escapé a
ninguna de las comidas del avión. Casi a lo último se me acopló un argentino
con el cual no hablamos ni una palabra. No hubo casi turbulencias, y pese a que
en un momento se me hizo algo interminable porque ya no sabía como ponerme, finalmente
llegamos a Londres.
Ahí me
encontré con gente de todos los colores, nacionalidades, culturas, es increíble
como la falta de costumbre te hace sorprender de algo que tendría que ser tan
normal… Como el tiempo no se pasaba, jugaba a adivinar de que nacionalidad eran
antes de oírle la voz. Debo decir que la pegué bastante, que los estereotipos
no son buenos, pero que ese día estaban presentes.
Con todo el
peso de la mochila (por suerte el equipaje terminaba en Beijing) me decidí a
visitar un poco y empezar a practicar mi inglés de Cromagnon. A ver, entiendo
las series, las películas casi sin subtitulos (si no habla algún atravesado),
las canciones, tuve inglés particular y en la escuela, pero.. de entender a
hacerse entender hay todo un abismo. Se me fue el miedo cuando me comuniqué con
la gente sin problemas, porque sabía que en China iba a hablar bastante en
Inglés (para ser más precisos, hace más de 24 horas que no digo una sola
palabra en español).
Había unas
tiendas de la hostia, toda la gente comprando, pero conociendo mi condición de
ratón con el dinero, miraba los precios antes de ver las cosas. Y al hacer las
conversiones, decidí que no iba a gastar UN solo peso en Heathrow. (de hecho,
pesos no hay ni habrá, allá son billetitos de Estanciero). Solamente lo usé
para un rico sándwich de Hummus y Falafel y unas toallitas húmedas para poder
suplir la falta de aseo (quien me conoce sabe que soy un maniático).
Ahora… 10
horas de escala, sepan, es insano. En un momento había pensado en ir al centro,
sacarme una foto en Picadilly, pero no iba a perder un vuelo por un morbo de
fotografiarme en un lugar que no tenia previsto visitar. Así que si la diferencia
del precio del ticket no es muy grande, hagan una escala de 1 hora y media a 3.
Eso me produjo que tuviese que ir de piso en piso, sentándome en sillas
diferentes solo para autoconvencerme de que se me pasaba el tiempo más rápido. Varias
veces cabeceé pero los genes maternos de dormirse sentado no parecen estar
presentes en mí. Ahora, era el turno de subirse al avión y emprender la última
parte del viaje…
me habian dicho que tenia que customizar mi valija para no perderla, parece que se me fue la mano...
mi ticket de retirar el equipaje, ya de verlo me daba vertigo
parece ser que no resulto peligroso para el país, me dejaron ir tranquilo...
unos puestitos que me salvaron la vida para cargar compu y celulares. Gracias Samsung y Gracias APTRA!
las últimas empanadas que voy a comer en meses
la típica fotito del avión
en el aire
tengo tantas fotos de las aguas minerales que ya entiendo porque iba a cada rato al baño
un Pinotage para amenizar la espera
faltando unas horitas todavía...
¿dónde estan mis FREE Lego Toys, queridos británicos?
a la gente le encanta hacer estos surveys, así te dás cuenta como es la gente, los más hijosdesumadre tiraban el rojo solo para molestar.